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Visitar Salvador de Bahía es descubrir la historia y la esencia de Brasil. Aquí, Tomé de Souza fundó la primera capital brasileña, el 29 de marzo de 1549. La ciudad atesora edificios de incalculable valor arquitectónico como el Mercado Modelo, la Iglesia de São Francisco y las casas coloniales del barrio del Pelourinho. Esta riqueza cultural, el maravilloso clima y la hospitalidad de sus gentes hacen de Bahía un destino único.
Salvador es la puerta de entrada, además, a sus más de cincuenta kilómetros de playas de ensueño, como Itapuã o Porto da Barra; encantadoras villas pesqueras, como Cachoeira o Morro de São Paulo y reservas naturales de extraordinaria belleza, como Sapiranga o el encantador pueblo de Imbassaí. En estos espacios podrás disfrutar de planes excitantes, como observar a las ballenas grises, bucear en arrecifes de coral, surfear en aguas cristalinas, practicar vuelo libre con parapente, pasear a caballo o en bicicleta y hacer rutas de senderismo para descubrir la impresionante fauna y flora autóctonas.
Al caer la tarde los bares y terrazas de Salvador de Bahía se llenan de gente con ganas de pasárselo bien. En el barrio del Pelourinho desfilan cada noche grupos de samba y afoxé cantando y bailando ritmos afrobrasileños. Sus calles albergan también los mejores restaurantes para probar la exquisita gastronomía bahiana, fruto del mestizaje cultural de portugueses, indígenas y africanos. En esta guía te damos las claves para disfrutar al máximo de tus vacaciones en Brasil.
Fundada en 1549, Salvador de Bahía fue la primera capital de Brasil hasta 1763 y para muchos sigue siendo el alma del país por su riqueza natural y cultural. La ciudad antigua invita al viajero a recorrer su pasado histórico.
Salvador de Bahía cuenta con una de las zonas costeras más atractivas del país, con aguas cristalinas que esconden impresionantes arrecifes de coral, playas de fina arena rosada y extraordinarias reservas naturales.
La cocina bahiana es el resultado de la fusión de las tradiciones africanas y europeas, con productos autóctonos y otros aportados por los viajeros que han contribuido a forjar la identidad de Salvador de Bahía.
La vida nocturna de Salvador de Bahía es color, bohemia y alegría de vivir. Al caer el sol, se despliega todo un abanico de fiestas en las calles, los restaurantes y los bares.
Bahía, Brasil